Un banco de tiempo….
- Crea nuevos espacios de encuentro donde las personas de las grandes ciudades pueden romper su aislamiento y soledad típicamente urbanos, restableciendo los lazos tradicionales de cooperación y solidaridad de las sociedades tradicionales;
- Estimula las capacidades y el talento de las personas, independientemente de su situación personal, social o laboral, aumentando su autoestima y autorrealización y despertando en la sociedad nuevos recursos que hasta entonces la economía formal no reconocía, en especial de aquellos excluidos del mercado de trabajo;
- Permite conocer en profundidad la comunidad donde uno vive, creando nuevos lazos de cohesión locales, reconstruyendo las redes tradicionales de ayuda mutua que aún existen en el mundo rural y que todos perdimos cuando llegamos a las ciudades;
- Es un valioso instrumento para la conciliación laboral y familiar, suponiendo una descarga de tiempo para muchas mujeres y una adecuada valoración del trabajo no remunerado o domestico y de la importante función social del cuidado de los demás en todas sus perspectivas;
- Construye un nuevo sentimiento de comunidad y una nueva cultura basada en la solidaridad y en la cooperación entre generaciones y entre distintos colectivos sociales y humanos, entre personas que habitualmente se desconocen y que comparten un mismo espacio vital, así como que es una valiosa herramienta de integración para inmigrantes y nuevos vecinos;
- Promueve por último la articulación entre instituciones públicas y privadas de diferente signo – ayuntamientos y corporaciones locales, asociaciones de vecinos, ongs, iglesias, empresas … – por un objetivo común y afín a todas ellas, el desarrollo humano y social de las colectividades y de los individuos.
Ana Miyares, una de las principales promotoras de los bancos de tiempo a nivel mundial y promotora con el Dr. Edgar Cahn del movimiento de los TIMEBANKS en EEUU, habla de los cuatro valores básicos de un Banco de Tiempo:
- LAS PERSONAS SON LOS BIENES O FORTALEZAS DE UN BANCO DE TIEMPO: los Bancos de Tiempo afirman que cada ser humano puede ser un constructor y un contribuyente para el bien común, y dice: “Nosotros lo haremos cada vez mejor si nos enfocamos en las habilidades, en el talento y en las capacidades que las personas pueden aportar”.
- REDEFINICIÓN DEL TRABAJO: tendemos a considerar como garantizados ciertos tipos de trabajos, especialmente cuando no son remunerados: El cuidado de los niños, la preservación de las familias, la construcción de vecindarios seguros, la atención a enfermos y vulnerables, la preservación de la cultura y el hacer que la democracia trabaje son contribuciones que deben ser consideradas, reconocidas y valoradas como trabajo real. Y esto es TRABAJO REAL.
- LA IDEA DE LA RECIPROCIDAD: La caridad y el dar a los otros siempre fortalece a los que ofrecen pero no a los que reciben: cuando vamos a ayudar a otros, necesitamos demostrarles que sus propias fortalezas también los pueden convertir a ellos en contribuyentes, especialmente hacia los demás.
- CAPITAL SOCIAL: La salud de las comunidades depende de la creencia de que las acciones del presente tienen gran significado para el futuro. La más efectiva y eficiente forma de construir capital social es generando reciprocidad de un modo más amplio; de este modo, la confianza y los compromisos cívicos se reproducen automáticamente.

